viernes, 5 de noviembre de 2010

El poder terapeútico de la risa

En el Kenyatta National Hospital
No me cabe la menor duda de que la risa tiene poder terapeútico, lo he visto en los niños y las niñas del Kenyatta National Hospital y en otros tantos sitios, desbordados con los trucos de magia y humor de la Fundación Abracadabra. La risa como herramienta terapéutica comenzó a utilizarse ya en 1926 y ahora es la razón de ser de muchas iniciativas solidarias.

En 1926 ANA FREUD  fue una de las primeras personas que utilizó la ludoterapia y la introdujo en sus principios psicoanalíticos al tratamiento de los niños con trastornos, con ella formuló un método para incluir al niño en la actuación terapéutica.  Hacia 1930 se inauguró un servicio de psiquiatría infantil en el departamento de pediatría en el Hospital Johns Hopkins, en las décadas siguientes se crearon centros de formación y cátedras en las principales universidades, periódicos especializados, sociedades nacionales e internacionales, dispensarios y unidades  residenciales  para niños con trastornos emocionales  y se llevaron a cabo intensas actividades de investigación.


En los años 1970  Patch Adams revoluciona los hospitales de estados unidos al encontrar una manera muy especial de tratar con los pacientes que se encontraban internos en el hospital de Virginia Occidental, es así como estudia medicina y crea el centro Gesundheit donde practica la Terapia de la Risa y cuestionaba el hecho de que a un ser humano se le llamara por el nombre de la enfermedad y no por  el nombre con el que lo habían bautizado, es así como un consejero académico le dice sí quiere ser payaso vaya a un circo, porque aquí se estudia medicina. 

La terapia de la Risa comienza a extenderse de Estados Unidos por todo el mundo los países que la están practicando son: en  suiza con la Fundación Theodora, en Brasil con los Doctores de la alegría, en Francia con los Hoppiclowns, Gran Bretaña, Rusia, Sudáfrica, Hong Kong, Italia, España y en Colombia desde  febrero de 1998  cuando se crea la Fundación Doctora Clown.

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